Esta opción, que se plantea en los diferentes ámbitos de acción, tanto civil como mercantil, pretende dar respuesta a cualquier situación de conflicto que pueda afectar al cliente, tanto en su día a día como en su gestión empresarial. Primero, intentando evitar el conflicto o resolviéndolo lo antes posible, buscando siempre la satisfacción de mis clientes, mediante la mediación. Y, cuando no queda otro remedio o las circunstancias así lo aconsejan, defendiendo su posición jurídica ante cualesquiera tribunales jurisdiccionales y arbitrales.